martes, 14 de febrero de 2012

De intolerancias está llena el mundo.

Tras más de un mes con problemas de estómago, decidí ir al médico aprovechando un catarrazo. Decidió recetarme ranitidina para regular el ácido por si había alguna pequeña úlcera, aunque lo único que tenía a parte del dolor, era que me sentía como si tuviera un balón de Nivea en lugar de estómago. Y ahí nos fuimos mi estómago y yo a la farmacia.

Tras una semana de tratamiento, seguía teniendo el "balón de Nivea", así que este lunes volví a la consulta del médico. Tras hacerme unas cuantas preguntas y un pequeño test, acabó concluyendo con un "has desarrollado intolerancia a la lactosa". Yo, tras 20 años de vasos de leche diarios, he desarrollado intolerancia a la lactosa. Según me dijo, es bastante frecuente que a partir de la veintena mucha gente empiece a producir menos lactasa, y da la casualidad que soy una de esas. Aunque tendré que esperar para que me hagan la prueba y definan el grado de intolerancia (que será progresiva, pero puede pasar media vida entre un grado y otro).

Así que adiós lácteos, hola leche sin lactosa que sabe rara T___T

2 comentarios:

  1. Ánimo con ello >.< Yo no sé cómo lo llevaría, también soy de dos vasos de leche diarios.

    Un beso!

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  2. Para mí el cocalao bien cargado era imprescindible todas las noches... y tuve que dejarlo. Entonces me di a la nocilla. Te acabas acostumbrando a pesar de todo.

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