De intolerancias está llena el mundo.

Tras más de un mes con problemas de estómago, decidí ir al médico aprovechando un catarrazo. Decidió recetarme ranitidina para regular el ácido por si había alguna pequeña úlcera, aunque lo único que tenía a parte del dolor, era que me sentía como si tuviera un balón de Nivea en lugar de estómago. Y ahí nos fuimos mi estómago y yo a la farmacia.

Tras una semana de tratamiento, seguía teniendo el "balón de Nivea", así que este lunes volví a la consulta del médico. Tras hacerme unas cuantas preguntas y un pequeño test, acabó concluyendo con un "has desarrollado intolerancia a la lactosa". Yo, tras 20 años de vasos de leche diarios, he desarrollado intolerancia a la lactosa. Según me dijo, es bastante frecuente que a partir de la veintena mucha gente empiece a producir menos lactasa, y da la casualidad que soy una de esas. Aunque tendré que esperar para que me hagan la prueba y definan el grado de intolerancia (que será progresiva, pero puede pasar media vida entre un grado y otro).

Así que adiós lácteos, hola leche sin lactosa que sabe rara T___T

Primera clase

Como os comentaba la semana pasada, he vuelto a clases de batería. He empezado hoy y la cosa ha ido bastante bien. Tengo en mi clase a otro chico que empezaba hoy también y desde cero, y a un niño que usa las clases de batería con fines terapéuticos. Según nos comentó el profesor, hay muchos niños en clase de música a los que los médicos les recomendaron actividades de ese tipo, para ayudarles a desarrollar diversas capacidades que podrían hacer dentro de un hospital, pero de una manera mucho más divertida.

La primera clase se ha basado prácticamente en solfeo, pero adaptado a la batería. Ha sido como volver a primaria, cuando te explican las notas musicales, los compases, los pulsos... Y aunque lo sabía todo perfectamente, no me ha supuesto un problema repasarlo para que mi compañero pudiese empezar desde el principio. También nos ha hablado de las diferentes partes de una batería, para qué sirven y cómo se usan. Otra cosa que ya me sabía, pero nunca está de más volver a repasar. Dimos algunos ritmos, el paradiddle simple y poco más.

Productiva personalmente no ha sido, puesto que ha sido todo de repaso, pero sí que he aprendido cosas nuevas, como cómo se escriben las partituras de batería. Lo cierto es que la hora y media de clase se me fue volando, y ya tengo ganas de que sea sábado otra vez =)

Vuelta a las agujas

Desde los 16 que me hice mi primer tatuaje, no he parado de ir añadiendo "pequeñas obras de arte" a mi cuerpo. Y tampoco tengo intención de parar.

Dentro de el mundo de tatuaje (más bien de la gente tatuada) hay varios tipos de personas. Están los que se tatúan para adornar su cuerpo con cosas bonitas y eligen diseños vistosos y coloridos. También están los "frikis del tatuaje", quienes se tatúan de todo, tenga significado o no, sea bonito o no, y la mayoría de las veces es porque si. Están los que 'yo tatuarme sí, pero algo pequeñito', quienes pueden tener decenas de tatuajes y no le has conseguido ver ni uno. Y, por último, están los que se tatúan como una forma de plasmar en su cuerpo todo lo importante de sus vidas. Y, en ese saco, entro yo.

Siempre he dicho que el cuerpo humano puede ser tratado como un lienzo en blanco, donde cada uno puede plasmar en él todo lo que le apetezca. Me hace gracia cada vez que escucho 'y si dentro de un tiempo te arrepientes ¿qué?, o 'pero cuando seas vieja y estés toda arrugada ¿qué?'. Pues no tengo porqué arrepentirme, porque cada tatuaje es una parte de mi vida escrita en mí, y cuando sea una vieja arrugada, pues seré una vieja arrugada con tatuajes, que cuando chochee con los años pueda acordarse sin problema de su vida.

A veces me paro a pensar en la gente y en su forma de ver las cosas para intentar comprender el porqué de sus prejuicios y de su mente cerrada. Pero siempre llego a la conclusión de que no los entiendo. No me gusta ni imaginarme vivir mi vida con restricciones, sobre todo de pensamiento. Pero como decía una de mis profesoras del instituto "a mí, plin".

En breve tendré que ir a Kattattoomba (mi sitio predilecto para piercings y tatuajes) para repasar el último que me hice [véase la foto, cortesía de Laura] y pienso aprovechar la sesión para hacerme otro. Necesito uno de esos tatuajes llamados "de curación", que son aquellos que se hacen en memoria de alguien que ya no está para sentirlo con nosotros día tras día. Así que en breve añadiré uno más a mi lista de tatuajes hechos, uno que llevo necesitando varios meses.

De libros va la cosa

Otra de las cosas que he querido retomar fervientemente es la lectura. El pasado año, debido al trabajo, no pude disfrutar de la lectura como realmente hubiese querido, y ahora toca recuperar el tiempo perdido.

Una de las sagas que tengo pendientes es la de Crónicas Vampíricas de Anne Rice. Tengo todos los libros físicos que conseguí gracias a los fantásticos y famosos fascículos de Planeta DeAgostini. La edición es bonita y más lograda que muchas que hay hoy día a la venta. Para todos aquellos que estéis interesados en comprar todos los libros de la saga, os recomiendo esta edición ya que además de ser bastante buena, es económica. Podéis comprarlos por internet a través de http://www.planetadeagostini.es/coleccionable/biblioteca-anne-rice---febrero-2010.html

También empezaré con la trilogía de Aquasilva de Anselm Audley en cuanto termine Entrevista con el vampiro. Laura me ha hablado muy bien de la saga y también es quien me ha dejado el primer libro, así que la cogeré con ganas.

Y para terminar, tengo más que pendiente Kafka en la orilla de Haruki Murakami. Personalmente, adoro al autor. Con fama de escribir libros complejos y bastante "raros", pero en realidad lo que contienen son una fuerte dosis de filosofía y, sobre todo, de humanidad. Tiene una forma bastante peculiar de relatar las cosas, ya que no adorna la prosa. Se limita a describir las situaciones lo más realista posible aunque la prosa resulte tosca en algún punto (también tiene parte de culpa la traducción ya que al partir del japonés, el cual goza de infinidad de frases hechas, muchas de las traducciones que tenemos son algo pobres respecto a los originales).

Para aquellos que no lo conozcáis, os recomiendo Crónica del pájaro que da cuerda al mundo.

Y hablando de recomendaciones, para eso he venido hoy: para que me recomendéis libros. Tengo que reconocer que tengo un montón de libros en la estantería que todavía no he leído, y teniendo en cuenta que en casa estamos suscritos a Círculo de Lectores, cada mes entran libros en casa. Pero dejando eso a un lado (porque los leeré tarde o temprano) quiero que me digáis libros de esos de "no puedes morirte sin antes leer..."

Retomando aficiones

Ya que me esperan unos meses en el pueblo donde vive mi madre, me he propuesto varias actividades para no morirme del asco. Una de ellas es aprovechar el bono de la piscina que se ha sacado mi madre y volver al gimnasio. Se echa de menos volver a casa después del gimnasio, tirarse en cama recién duchada y dormir como un bebé.

Otra, es seguir con el amigurumi y el fimo, pero dedicándole todavía más tiempo. Tenemos el ExpOtaku en mayo y el Mercado Medieval en julio, así que tenemos que trabajar casi a diario para tener material suficiente para esos dos eventos (sin contar los pedidos).

Y por si no fuera suficiente, me he vuelto a apuntar a clases de batería :)

Empecé el año pasado y por culpa del trabajo no tenía demasiado tiempo y lo dejé. Pero ahora que tengo tiempo de sobra, no quería perder la oportunidad de seguir aprendiendo.

En Carballo hay una especie de conservatorio, pero nada oficial, llamado "A Escola da Rúa" donde imparten clases de distintos instrumentos (así como canto y danza) de una forma más desenfadada y divertida. Hace unos años fui a clases de guitarra para probar si me gustaba y a ver qué tal se me daba. Aprendí bastante de mi profesor (un hombre hecho de paciencia infinita), pero tan sólo pensar en tener que practicar, me entraba la vagancia. Así que al terminar el curso, lo dejé. Quizás no me motivaba lo suficiente, aunque nunca se sabe si algún día retomaré las clases, porque sigue siendo un instrumento que me encantaría saber tocar.

Pero tengo que admitir que desde que empecé con las clases de batería, supe que haber empezado con la guitarra había sido un error. La batería te da la oportunidad de sacar toda la energía, rabia, felicidad... cualquier sentimiento intenso que tienes dentro. Quizás por eso me sentí tan cómoda y con tantas ganas desde que me senté por primera vez ante una.

Así que ayer me pasé por A Escola da Rúa a preguntar si había cupos. Nada más entrar me recibieron con un "¡bienvenida!". Yo los conocía a todos, pero me sorprendió que se acordasen de mí habiendo estado tan pocos meses y por la cantidad de alumnos que pasan por allí año tras año.

Pregunté por las clases de batería y ¡tachán! ¡Cupo libre!

Lo"malo" es el horario, ya que son los sábados de 10.30 a 12.00 de la mañana. Pero bueno, sarna con gusto no pica ^^

Empiezo las clases oficialmente el 4 de febrero, aunque me pasaré unos días antes para hablar con mi profesor y organizar las clases. ¡Qué ganas! =)

Probando, probandoooo...

Puede que con la llegada del año nuevo la gente se emocione, ya que es el punto de partida de innumerables propósitos. El mío, entre otros muchos que espero que acaben en buen puerto, es la creación de un nuevo blog (además de retomar el otro de microrrelatos). Éste lo usaré para, básicamente, despotricar.

Todos, o al menos muchos de nosotros, alguna vez hemos tenido Fotolog, en el cual plasmábamos toda parida o pensamiento diario. Admito que desde que dejé Fotolog (a causa de cumplir años y madurar como individuo) mi vida no es la misma. Ya no tengo ese lugar donde contar mis aventuras, mis viajes, mis conciertos, mis encuentros anuales con Lorena... Y desde que lo dejé, han pasado tantísimas cosas importantes, que ya ni me acuerdo.

Por eso y mucho más, doy por inaugurado este blog hoy, día 14 de Enero de 2012. Aquí encontraréis un trocito de mí envuelto en palabras, a veces con sentido y... otras veces no tanto.